Tema 4: Los niveles de referencia de aprendizaje de lenguas y el desarrollo de competencias
¡Hola a tod@s!
En la última sesión con la docente Carla Bouzada continuamos con el MECR y la LOMCE. Concretamente, con la descripción del desarrollo de las competencias específicas, transversales y complementarias que intervienen durante el proceso de aprendizaje. Durante la clase se nombró un tema que me parece muy interesante, pero en el que no nos hemos podido parar demasiado. Es por ello por lo que voy a desarrollar dicho tema en la entrada de hoy. Os estaréis preguntando de qué hablo, ¿no? Pues bien, me refiero a las inteligencias múltiples.
En primer lugar, os describiré en que consiste este término. Cuando hablamos de la teoría de las Inteligencias Múltiples – desarrollada por Howard Gardner en su libro “Estructuras de la mente” – se hace referencia a la capacidad que cada individuo tiene para resolver problemas. Como sabéis, no todos somos iguales, y eso se refleja también a la hora de aprender. Así, ninguna persona es más inteligente que otra, sino que cada uno y cada una tiene y desarrolla una inteligencia diferente. En otras palabras, no existe una inteligencia única, sino que todo individuo desarrolla todos los tipos de inteligencia, pero en mayor o menor medida. De este modo, todos y todas destacamos de una manera especial en algún área en particular.
Como futuros docentes, está en nuestra mano informarnos sobre cual o cuales son las inteligencias en las que nuestro alumnado destaca, adaptándonos a las mismas para favorecer un aprendizaje efectivo y una metodología centrada en el alumnado. Por ello, voy a explicar cada una de las inteligencias múltiples, ocho en su totalidad, a la vez que aportaré ideas sobre como enfocar la enseñanza de idiomas en función de dichas inteligencias.
En primer lugar tenemos la inteligencia lingüística-verbal. El desarrollo de esta inteligencia permite entenderse y expresarse a través del lenguaje, ya sea verbal o no verbal, o oral o escrito. En nuestro aula de idiomas es relativamente sencillo fomentar esta inteligencia, pudiendo realizar ejercicios tales como contar y escribir historias, debatir, narrar un acontecimiento, preparar un discurso, o leer, entre otras cosas.
Por otro lado, la inteligencia musical entabla la capacidad de percibir, discriminar y transformar sonidos en aprendizaje, expresándose a través de la música. Este tipo de inteligencia, sin duda creativa, puede aplicarse en el aula de idiomas de numerosas maneras. A modo de ejemplo, se podrían hacer explicaciones sobre el significado de una canción en relación con un tema específico, utilizar una canción para explicar contenido gramatical o vocabulario, poner en práctica determinadas destrezas lingüísticas a través de la composición de una letra musical, o ilustrar una temática específica a través de una canción.
En cuanto a la inteligencia espacial, es aquella que permite procesar información en tres dimensiones o perspectivas diferentes a partir de la experiencia visual. Esta inteligencia puede trabajarse en el aula a través de la creación de un dibujo o mapa mental sobre algún contenido impartido, de la creación de un vídeo o infografía sobre algún tema especifico en grupos pequeños, o del trabajo con rompecabezas para reforzar ciertos contenidos.
La inteligencia lógico-matemática por su parte es aquella por la que se llevan a cabo análisis y razonamientos a fin de resolver problemas de carácter numérico. Aunque parezca difícil aplicarlo en un aula de idiomas, no lo es tanto. De hecho, esta inteligencia se puede poner de manifiesto mediante el planteamiento de estrategias para resolver problemas determinados, o mediante la participación en una discusión en la que haya que comparar, contrastar y sintetizar información o formular hipótesis.
Cuando hablamos de una tendencia a aprender a través de la experimentación física o de resolver problemas o actividades mediante el uso de fuerza, rapidez, flexibilidad, equilibrio o coordinación, entre otras, hablamos de la inteligencia corporal-cinestésica. Entre las actividades a realizar para trabajar esta inteligencia, nos encontramos con el conocido Simon Says, con búsquedas del tesoro o habitaciones de escape, con representaciones teatrales sobre aspectos culturales del idioma a tratar, con hacer excursiones para consolidar vocabulario de una manera más directa, o con crear una secuencia de movimientos para explicar un concepto.
Respecto a la inteligencia naturalista, esta es propia de aquellos individuos que presentan una sensibilidad y un talento para observar, comprender y explorar la naturaleza. Esta inteligencia puede dar mucho juego en nuestras aulas mediante la observación de fotografías en las que hay que encontrar diferencias, mediante recorridos al aire libre en los que se puedan hacer preguntas, o incluso mediante la realización de proyectos relacionados con el medio ambiente.
Finalmente, nos encontramos con dos tipos de inteligencia muy importantes: la inteligencia interpersonal (o social), y la inteligencia intrapersonal (o individual). En cuanto a la primera, esta consiste en la capacidad de empatizar e interactuar con otras personas. Esta inteligencia da mucho juego, pues, dado que queremos que la metodología utilizada se centre exclusivamente en el alumnado, queremos fomentar la cooperatividad entre el mismo. De esta manera, pueden ponerse en práctica ciertos contenidos mediante la realización de debates piramidales, mediante la creación creativa de proyectos en grupos pequeños, o incluso pueden divertirse asumiendo diferentes roles en un debate. Por su parte, la inteligencia intrapersonal es aquella que permite formar una imagen de nosotros mismos, con nuestras virtudes y defectos, e incluso nos permite modelar nuestra conducta para conseguir aquello que nos propongamos. Esta última inteligencia podrá trabajarse en el aula de manera efectiva mediante la realización de autoevaluaciones o incluso, por qué no, permitiendo a los alumnos y alumnas ser docentes durante unos minutos.
Para terminar, después de todas estas palabras y párrafos, espero haberos dado ideas sobre como afrontar los diferentes tipos de inteligencia existentes, y con las que es más que probable que nos encontremos en nuestra trayectoria docente. Si se os ocurren más ideas creativas y originales, ¡no dudéis en comentarlas!
¡¡Hasta la próxima!!
¡¡Hasta la próxima!!
¡Hola Raquel!
ResponderEliminarMi sincera enhorabuena por tu entrada. La verdad es que, aunque tenía una ligera idea del concepto de inteligencias múltiples, hasta ahora no había tenido ocasión de leer sobre él de una manera tan concisa y eficaz como tú lo enfocas en tu comentario.
Al igual que tú, considero imprescindible que los docentes tengan en cuenta las distintas habilidades que encuentran en su alumnado, solo de este modo podrán tener en cuenta sus capacidades individuales y fomentarlas. Esto además conllevaría la puesta en marcha de una metodología adaptada a la diversidad en el aula, factor que considero como la mejor herramienta para lograr alcanzar los objetivos propuestos.
En mi opinión, el profesorado debería recibir apoyo y formación para desarrollar la habilidad de reconocer estas inteligencias y utilizarlas de manera efectiva con su grupo aula. Desafortunadamente, no creo que se esté dando la debida prioridad e importancia a la formación continua de los docentes para que puedan ayudar al alumnado a obtener los mejores resultados posibles.
Un saludo.